Este
verano de vacaciones en el bosque, descubrí una cueva que tenía
muchos carteles en la entrada ¿A que no sabeis lo que ocurrió?...
Estaba
jugando con mi perro a tirarle su pelota hasta que se la tiré muy
lejos y tuve que ir a buscarla con él. Encontramos la pelota al lado
de esa extraña cueva. Dentro se oía algo y decidí entrar a ver que
había ahí dentro. Entré despacio, muy asustada. Y de repente vi a
una niña pequeña llorando. Estaba muy asustada. Le pregunté que
hacía ahí y por qué lloraba. Se había perdido. Estuvo de
vacaciones con sus padres y se perdió los padres la buscaron pero no
la encontraron. Ella muy asustada, se escondió en la cueva y puso
esos carteles para que nadie entrara. Estuvo perdida mucho tiempo.
Me contó toda su historia, luego, salimos de aquella cueva y
volvimos con mis padres. Llamaron a la policía y vinieron a buscarla
sus padres, que, en cuanto la vieron, corrieron hacia ella y le
dieron un abrazo muy fuerte. La niña, feliz me sonrió y me dio las
gracias por todo, luego se montó en el coche con sus padres y se
fueron. Al volver a casa me sentí muy bien por haber ayudado a esa
niña. Ya era muy tarde, cenamos, y a dormir.
Muy bien. Me gusta mucho.
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